mercredi 6 janvier 2010

Recuerdos de Chile

(c) Christian Rouge
christian-rouge@orange.fr 

El centro de la ciudad de Santiago estava casi explodido. La obra de la nueva línea del metro dejaba tremendos hollos en todas partes. Un primer trecho estaba siendo construido hasta la plaza Bulnes donde queda el palacio de la Moneda. Era de noche y en el bus que nos trajo del aeropuerto de Pudahuel un vecino de viaje desde Colombia me aconsejo un hotel… para una estada en Chile que iria se prolongar por más de cuatro aňos. 
En la maňana siguiente fui dar un paseo por la avenida de la grande obra para mejor observar y comprender. Las coincidencias hicieron que el ministro comunista del transporte estaba llegando con personalidades y periodistas. Me introduje en el grupo y conoci algunos políticos chilenos miembros del gobierno de Salvador Allende. Bajamos en el subsuelo, en el medio de las piedras, de las máquinas y de los trabajadores construiendo la futura estación de la Moneda. Algunos dias después, en el Instituto de marcas y patentes, hacia el depósito de los registros intitulados « metro » y « metropolitano » para edición de planos y mapas en relación con esta nueva línea. No tenía compromiso particular con Chile, pero la iniciativa me aparecio bastante oportuna. 
Dos aňos más tarde llegaría el 11 de septiembre de 1973.
El general Pinochet desde las cinco horas de la maňana se encontraba en el cuartel de Peňalolen para supervisar las operaciones del golpe de estado. En Valparaiso el almirante Merino comandaba la flota naval y cerca de Pudahuel el general Leigh preparaba la operación de incendio de la Moneda. Yo estaba en mi departamento, en la zona este de Santiago, el cielo era muy claro para un comienzo de primavera. De repente dos Hawker Hunters, cazas bombarderos de fabricación inglesa, pasaran arriba del edificio en dirección al centro de la ciudad. De lejos los vi bajar bruscamente enviando rockets contra el palacio presidencial. Tres vueltas en total y después se alejaron. La Moneda fue incendiada y horas mas tarde Salvador Allende se suicidaria. La junta militar tomo el poder. Impusieron imediatamente el toque de queda desde las 22 horas hasta las 6 de la maňana durante varios meses. Una noche llegando atrasado en mi barrio fui arrestado, llevado a la comisaría donde me guardarian detenido hasta el dia siguiente. Era asunto para tomar en serio. 
Un dia, desde el despacho del nuevo ministro del transporte (un coronel… el anterior comunista habia sido fuzilado) me llamaron para decir que las marcas depositadas estaban confiscadas y no me pertenecian más. 

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